Editorial

LA FALTA DE RECURSOS EN SANIDAD

Definitivamente, no se ha aprendido nada, absolutamente nada; o acaso no se ha querido aprender. Después de sufrir la pandemia del coronavirus, ahora nos vemos abocados a una epidemia de gripe que vuelve a saturar los hospitales, que presentan falta de medios y de recursos para poder atender a los usuarios. De hecho, en la Región de Murcia ya se han derivado pacientes del Hospital Rafael Méndez al Hospital Virgen del Alcázar (privado), en Lorca, y está previsto que si se saturan los hospitales Virgen de la Arrixaca y Santa Lucía se deriven pacientes al Hospital de Los Arcos, en San Javier.

La lección que nos dio el covid-19 parece ser que no ha sido interiorizada por nuestros dirigentes políticos. Como muestra un ejemplo: al terminar la fase más aguda de la pandemia del coronavirus, la Comunidad de Madrid procedió a despedir a los sanitarios que se habían contratado, de forma rápida, para hacer frente a la crisis hospitalaria. Sí, esa región dirigida por Isabel Ayuso, la adalid de “la libertad y las cañas”, bajo cuya gestión murieron, en pésimas condiciones y abandonados, miles de ancianos en las residencias y cuyo hermano realizó un próspero negocio vendiendo mascarillas a un alto precio a la sanidad madrileña. Aunque, afortunadamente, no nos debemos preocupar por su salud, puesto que sigue una dieta saludable y le consume mucha «fruta».

No se han tomado las medidas necesarias y las que plantean, como siempre, llegan tarde y mal. Una de esas medidas que quiere implantar el Ministerio de Sanidad es la de la autobaja por parte de los trabajadores y que ha suscitado crítica y polémica. La titular del ramo Mónica García pretende que sean los propios trabajadores (con el objetivo de que no se extienda el contagio de la gripe en los centros laborales) quienes, si se encuentren enfermos, se otorguen la baja médica a sí mismos los tres primeros días. Pero esta medida es criticada por parte de los sindicatos, quienes alegan que se retrasa la atención médica de los trabajadores y que perderían recursos económicos, puesto que los tres primeros días de baja por enfermedad no los paga la Seguridad Social; y por los empresarios, quienes afirman que los trabajadores tienen derecho a su asistencia sanitaria. La ministra argumenta que la medida está implantada y funcionando en otros países del entorno europeo, aunque esto puede provocar el aumento del absentismo, un perjuicio económico para los trabajadores y la falta de una efectiva asistencia médica. Además, no se ha dispuesto que las mascarillas, que ya son obligatorias en los centros sanitarios de la Región de Murcia, se implanten en los centros educativos, debido a la reducción de las dimensiones de las aulas y las interacciones propias del alumnado y que luego puede transmitir la enfermedad en sus casas.

Por tanto, realmente, es necesario tener más efectivos sanitarios, una demanda muy antigua en el sector. Es decir, hay que atajar las causas y no las consecuencias, ya que esta medida solo debería realizarse de forma excepcional en una ola epidémica, pero es imprescindible solucionar la causa que provoca el problema, que no es otra que la falta de personal sanitario. Eso es lo tienen que hacer nuestros dirigentes políticos, aunque mucho nos tememos que cuando pase la ola de gripe todo volverá a “caer en saco roto”, por desgracia para el conjunto de la sociedad, la misma que les ha aupado al poder.